miércoles, 1 de abril de 2009

¿Qué es una apicultor?

En ninguna profesión existe gente como los apicultores .
Somos una avanzada de especialistas que realizamos muchas cosas.
No importa nuestra estatura, forma, color, edad o sexo.
Además de ser apicultor uno debe ser carpintero, pintor y cuidador de todo
Se debe estar capacitado para construir, pintar, fregar, raspar, hervir y fumigar.
Somos optimistas de nacimiento. Pensamos ya en la próxima cosecha cuando tratamos de recuperarnos del fracaso de la última.
Los apicultores están alegres cuando brilla el sol, las plantas están en flor y las abejas trabajan intensamente. Nuestro ánimo se deprime cuando en pleno flujo nectarífero, llueve y llueve ...
Los apicultores somos testigos de las maravillas de la naturaleza ; el milagro del nacimiento, la certidumbre de la muerte , la sensación de un orden dentro de todo ...
Un apicultor es la paciencia personificada cuando espera el arribo de una reina, la salida de un enjambre o el llenado de un alza.
Sabemos de la desesperación cuando una colmena revela enfermedad o nos encontramos con la muerte o un tejido de polillas .
Los apicultores tienen pasta para líderes, conferencistas, maestros, árbitros.
Deben estar dispuestos para mantener una mente permeable, capaz de absorber todo la información que se pueda conseguir y dispuestos a pasar conocimientos adquiridos a sus colegas
En resumen, los apicultores somos todas estas cosas y muchas más .
Con nuestras primeras introducciones a las abejas y sus picaduras y tal vez una o dos colmenas, somos principiantes .pero si luego de poseer varias y recibir sus picaduras y tras varios meses o años, luego que hemos construido , trabajado, levantando y cargando, desalentados y estudiados, sintiendo el peso en nuestra espalda, quemándonos la cara al sol y aprendiendo a aceptar pérdidas , destrozos y fatigas y contratiempos u aún nos sentimos satisfechos felices y orgullosos de nuestra profesión , entonces si, SOMOS APICULTORES.

What is a Beekeeper? ( fragmento) - Dorothy Brister – Extraído de la Gaceta del Colmenar – Nº 578- agosto/setiembre de 1990.-

La Historia de la Apicultura en Colombia

A raíz del incidente de las Abejas Africanizadas en 1957, los gobiernos del continente americano, movilizaron su personal técnico y presupuestaron grandes partidas, destinadas a frenar el avance en un principio y a suavizar el carácter del cruce genético africanizado, tiempo después.
En el caso de Colombia, la apicultura ha estado bastante olvidada por el Estado y existen tan sólo algunos modestos y tímidos créditos, sin los tiempos necesarios ni los intereses justos; sin que hayan políticas agresivas de fomento, legislación definida, ni mucho menos subsidios o estímulos que permitan una competencia internacional o al menos una sólida cobertura nacional.
Hablando del Quindío, la Apicultura decayó desde la década del 80, cuando las únicas entidades que apoyaban la actividad: el Comité Departamental de Cafeteros, ACOPI, PROEXPO y el SENA; aflojaron en su programa y dejaron a la deriva a los apicultores de entonces.
Hoy, después de mucho tiempo, y gracias al ejemplo Argentino, a las tendencias naturistas, a la campaña anti sacarosa y a los movimientos del mercado mundial; la Apicultura ha vuelto a tomar enorme fuerza.
El tiempo de la Post Africanizada, vuelve a ser casi normal y gracias al trabajo de algunos apicultores, regresan “las Carniolas, las Caucasianas, y las Italianas”, entre otras; para cruzar la nueva raza, crecer de nuevo nuestro potencial apícola y poder llegar así a los mercados internacionales dentro de muy poco tiempo; no sin antes satisfacer nuestra demanda nacional.
La abeja africanizada, actual reina de los territorios de la América del Sur, de la América Central y de gran parte de la América del Norte, ha demostrado que no genera sólo angustia y peligro y que con buenas prácticas de manejo, investigación apícola, nuevos diseños de los apiarios y reubicación de los mismos; es sin duda una nueva herramienta de desarrollo económico, ecológico y social.
Hace falta tan solo, el apoyo directo del Estado Colombiano; apoyo representado en Crédito de Fomento, Capacitación y Entrega de Tierras para la actividad, pero sin dejar de lado el Fondo Nacional de Garantías Agropecuarias, para garantizar así el desembolso inmediato y la inversión rápida.
La actividad sin embargo, exige trabajo coordinado entre el Estado, las Asociaciones Apícolas y Bancarias, además con descentralización, acción Regional y Municipal, y ante todo, continuidad en el programa, con el fin de lograr calidad, cantidad e imagen.
La Apicultura significa tal vez el sistema más sencillo de desarrollo socio económico de una comunidad; puesto que ofrece dentro de su estructura, logros tan importantes como creación de puestos de trabajo, productos naturales, productos agroindustriales, generación de divisas, acción ecológica, alimentación sana, soluciones medicinales y sinergia agrícola.
Ante el panorama formado por los mencionados logros, bien vale la pena un total e irrestricto apoyo tanto del Estado Colombiano como de las distintas ONGs internacionales, que en una u otra forma, apoyan las actividades tendientes al mejoramiento del planeta y de sus habitantes.
Afortunadamente, se han creado las Cadenas productivas para las abejas y la apicultura, con la asesoría y el apoyo del Ministerio de Agricultura, las cuales vienen desarrollando un lento pero seguro trabajo, con una proyección a cuatro o cinco años, de gran augurio para la agricultura colombiana.
Hace falta sin embargo, la total y decidida vinculación del sector productivo agropecuario, al desarrollo de la apicultura; de la cual dependen directamente, no sólo la supervivencia del agro, sino también la rentable productividad de las cosechas.
Prestar terrenos, financiar colmenas, pagar capacitación, presupuestar publicaciones, invertir en la participación nacional e internacional en eventos apícolas: sería la mejor inversión a corto plazo, del sector agrícola colombiano.

martes, 31 de marzo de 2009

ASAQUÍN un gremio capacitador

ASAQUIN, ha venido desarrollando una política de capacitación en apicultura, enfocada iniciamente hacia los apicultores asociados y en segundo lugar, a comunidades campesinas indígenas y estudiantiles.
La finalidad buscada, es despertar la inquietud por la apicultura tecnificada y sembrar nuevos procesos de buenas prácticas y mayor rentabilidad.
Hacen falta sin embargo, recursos tanto del estado como de la empresa privada, mediante los cuales, se podra dar mayor impulso al programa de capacitación; lo cual redundaría en el crecimiento de la comunidad apícola, en la multiplicación de los colmenares y por su puesto, en una mayor productividad, no sólo de miel, sino también de todos los demás productos de la colmena; como el polen corviculado, el polen alveolar, el propóleo, la cera, la apitoxina y la jalea real.
Se requieren cursos en buenas prácticas de manejo, cría de reinas, recolección y manejo y procesamiento de todos los productos de la colmena, montaje y administración de colmenares, contabilidad apícola, sistematización del apiario, capacitación de personal, legislación apícola etc, y para realizar todo aquello, se requieren de universidades interesadas en el tema, de mayor participación del estado y de buenos presupuestos.
De lograrse la creación de PIDELA Parque Internacional de la Apicultura; se satisfarían todos los requerimientos de capacitación y educación en apicultura, toda vez que allí funcionaría la Universidad Apícola Colombiana, la cual tendría todos los niveles requeridos en el tema.